En todo proceso de divorcio, cuando la pareja tiene hijos, el momento de decidir con quién se quedarán los hijos es uno de los asuntos más delicados.
Tras haber dado el paso de disolver el matrimonio, ya sea de mutuo acuerdo o en un divorcio contencioso, hay que decidir con cual de los dos progenitores van a vivir los hijos, una decisión que será de mutuo acuerdo o que si no hay consenso quedará en manos de un juez, quién se fijará en factores como la situación económica de los padres, el horario laboral, la vivienda... para tomar la decisión final.
El progenitor que tenga la guarda y custodia se encargará de alimentar y mantener día a día a los hijos, y el que no la tenga también podrá estar con ellos gracias al régimen de visitas, con el que se acordarán determinados días o semanas en los que los hijos estarán bajo el cuidado del progenitor no custodio.
Para participar con los gastos de educación, desarrollo y mantenimiento de los hijos el padre o madre que no tenga la custodia también tendrá la obligación de pasar una pensión de alimentos para colaborar, aunque no conviva con el o los hijos.
En los divorcios que se lleven a cabo por la vía contenciosa habrá que estudiar a fondo cada caso ya que la decisión que tome el juez es la que regirá a partir del momento las relaciones entre los padres y entre ellos con los hijos.
Además ambos miembros de la pareja tienen que comprometerse a facilitar dejar a los hijos en los días que se acuerden si se tiene la custodia, y lo contrario, si no se posee la custodia hay que respetar los días o semanas y acudir a recoger a los hijos cuando se indique, ni antes ni después.
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